Pan, pato, pan, pato... para los que no lo entendáis, pan y pato son diferentes notas musicales, así mediante las sílabas, aprendemos a diferenciar corcheas, semicorcheas, blancas, negras...
También nos dejó tocar cascabeles y tambores y nos deleitó con ritmos de su tambor.
Aunque los niños aún de dos añitos son muy pequeños para aprender a tocar un instrumento, el gran consejo fue el darles a probar música y que vayan eligiendo sus gustos. Jazz, pop, clásica, rock... cualquier música es buena para ir entrenando sus oídos y gustos musicales.
Así de bien lo pasamos el lunes...
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